La frontera entre la India y Pakistán es visible desde el espacio exterior, se le denomina la línea naranja, debido a unas linternas que iluminan toda la frontera durante la noche. Esto es fruto de los conflictos que se dieron luego de la descolonización británica en el año 1947, donde la colonia de la India se dividió en dos: los musulmanes de la región pasaron a vivir en Pakistán y la mayor parte de los hindúes, a la India.
Lo que llevó al desenlace del Conflicto de Cachemira, en el que ambos países demandaban la soberanía de una gran parte del Himalaya occidental, por lo cual llegaron a la guerra en tres oportunidades. Provocando que ambos países cubrieran celosamente sus fronteras, así pues desplegaron amplios contingentes de centinelas que vigilan las entradas y salidas a toda hora, por lo que de noche necesitan iluminación para realizar su labor. De este modo, la frontera se puede apreciar a kilómetros de distancia.
Por ende se ha convertido en una zona de continua tensión, donde se llevan a cabo violaciones de derechos humanos, ataques a civiles y un componente histórico y religioso, el riesgo de una nueva guerra es tan alto como peligroso.
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